Resiliencia

La resiliencia se ha convertido en un valor al alza en la Psicología Positiva como una fortaleza valíosisima para afrontar la vida.
Las primeras referencias al concepto de la resiliencia están en la Teoría del apego de John Bowlby pero quien desarrolló ampliamente el concepto fue Boris Cyrulnik, quien la definió como la capacidad de resistir las adversidades de la vida sin abatirse o hundirse y saliendo fortalecido de ellas.
Todos conocemos a personas que se ahogan en un vaso de agua y otras que parecen resistir todas las tormentas y crecer con ellas.
Para las personas con alta resiliencia las crisis son oportunidades, acertijos en los que buscar una salida es lo primordial.
¿Se puede desarrollar la resiliencia?
Todos podemos desarrollar esta fortaleza, la resiliencia no es patrimonio exclusivo de unos privilegiados que nacieron «así».
Es importante tener esto presente, si no queremos vivir rendidos de antemano, amparándonos en debilidades congénitas.
Todos podemos mejorar, nos cueste más o menos.
Para desarrollar esta capacidad es importante conocernos bien. No vivir contándonos un cuento, porque entonces no nos responsabilizaremos de nada.
Saber gestionar bien las emociones, experimentándolas, porque dan mucha informacion, pero sin dejarse llevar por ellas.
Vivir en el presente, sin instalarnos en la queja, el lamento, la culpa o el victimismo; pero tampoco acosados por la angustia de la incertidumbre y sin querer correr riesgos.
Todo en la persona con alta resiliencia implica flexibilidad, saber apretar y saber soltar, saber perseverar y saber cejar, adaptándonos, cediendo, retrocediendo si es preciso, avanzando, pero sin caer en la desesperanza y en la apatía.
Reorganizar el juego de las cartas que nos han tocado o que hemos conseguido por nuestros errores y aciertos, es tarea esencial del resiliente.
Y según se avanza en la vida, a más cosas toca sobreponerse.
Cada día se construye sobre incorporarse a las derrotas acumuladas, a las ausencias definitivas, a la niebla en la alegría; el disfrute consciente es el acto supremo de resiliencia.
Hay una frase en Gladiator, la película de la que extraigo la imagen de este post, que me gusta especialmente, lema del protagonista, “Fuerza y Honor” fuerza para resistir los golpes de la vida y honor para resistirlos con dignidad e incluso con humor, implicados y comprometidos con lo que quiera que sea, con nuestro “para qué” vivimos particular.